Sólo te tienes a ti misma, ya no que nada, no queda nadie, lo único por lo que sigues luchando es por levantarte cada mañana, y ver que ése hueco de tu cama, el que antes estaba ocupado y lleno por una persona que te dio todo su amor ahí y que derramó hasta su última gota por ti, está vacío, ya no hay nadie, ¿cómo decides afrontarlo? no te miras al espejo, pues no quieres ver tu cara llena de tristeza, no sales, no quieres ver cómo las demás personas son felices mientras que tú no, no te arreglas, ya no tienes nadie por quién ponerte guapa, no comes, si mueres, a nadie le importará estás totalmente apática y coges ese paquete que durante estos meses has dependido de él, enciendes uno y por fin te consideras una persona, te encierras en ese misero cigarrillo que se va consumiendo a medida que tu vida pasa, sabes que no debes, pero quieres, te abstrae de tu mundo, no piensas en que sales perjudicada sólo en que así las cosas iran mejor...De repente, un día ocurre, te despiertas de tu rutina, decides cambiar, no de página, sino de libro esta vez, tu mentalidad ha cambiado, ahora ya eres capaz de mirarte al espejo, de sonreir, de ver que realmente puedes ser feliz, que tienes que aprender de los palos y seguir adelante, que no tienes que ponerte guapa para nadie, solo para ti, ya que nadie te quiere, quiérete tú, en muchas ocasiones no habrá nadie que te aconseje ni que te ayude ni apoye a seguir adelante, tendrás que valerte por ti misma, y estarás sola, no te busques la ruina, haz verle al mundo que eres feliz, que lo seguirás siendo, que nadie podrá hundirte,que cuando te abandonen ya estás lista para las despedidas, nada ni nadie puede contigo, siempre hay un motivo por el cual sonreir.
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